Varias veces me he topado con mujeres que van camino a su trabajo en la mañana, o salen de este y quieren retocar su color en mejillas. Abren ràpidamente su cosmetiquero (sentadas en el bus, colectivo, Metro, lo que sea!!!) toman su brocha de rubor, la que, rara vez, està en condiciones medianamente aceptables, y ahì comienza un gran movimiento entre el rubor, un movimiento ligero de manos y caras extrañas para aplicar el color. El resultado, generalmente, son mejillas excesivamente “pintadas”, disparejas (una màs arriba que la otra) y para colmo con unos toques de color en la nariz, frente y mentòn, “tècnica” que logran utilizando lo que les quedò de producto en la brocha. De ahì sigue un ligero toquecito en la chasquilla y estarìa listo el proceso.
Una sola palabra: ATROZ.
El lugar donde se maquillen es lo de menos, mal que mal, es admirable la forma en que una mujer invierte su tiempo, asì es que dejaremos de lado ese punto. Vamos por parte: la brocha de rubor, generalmente, està suelta junto con los comèticos varios, la tienen deforme y llena de residuos; la brocha debe tener cuìdados mìnimos de higiene, a los que dediquè otro capìtulo hoy. Claro està que si un maquillador no les ha enseñado tècnicas de maquillaje para su morfología personal de rostro; pues la aplicaciòn del rubor serà bastante complicada, entonces, tomen atención: la forma màs universal de aplicaciòn es mirarse al espejo, sonreir y aplicar el rubor en la parte màs “gordita” que marca esa sonrisa; claro està que hay varias formas de rostro que deben enmarcarse de otras formas, pero estamos hablando de rostros universales.
Punto muy importante a considerar: el rubor es un producto especìfico de “MEJILLAS”, esos toquecitos que se aplican en nariz frente y mentòn, segùn muchas para entregar color cal rostro, sòlo las mancharà, puesto que el pigmento del producto està elaborado para una zona menos grasa del rostro como lo es la mejilla, las otras zonas ubican màs grasa, lo que condensarà el rubor formando medallones de color o pequeños manchones muy poco estèticos.
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MAURO GONZÀLEZ,
MAKE UP ARTIST Y ASESOR DE
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